La comparación entre distintos períodos históricos puede adolecer de anacronía, ya que las condiciones estructurales de cada etapa (población, tecnología, orden internacional) no son uniformes. En este caso y en su aspecto cuantitativo, son resultados que se pueden contrastar con una comparativa internacional respecto de países similares, lo mismo que en los aspectos cualitativos, sean sociales (suicidios, drogadicción, delincuencia, población reclusa, esperanza de vida, tasa de natalidad y cualquier otro que se elija) o sean económicos (número de camas y hospitales, repoblación forestal, electricidad, pantanos, toneladas métricas de cemento, kilómetros de carretera y demás). En estos Apuntes de historia económica española nos limitamos a reflejar la evolución en sus diferentes etapas históricas de los cuatro indicadores básicos: renta per capita, deuda sobre PIB, índice de Bolsa e índice de producción industrial, para obtener conclusiones: En período castizo, España está entre los países del mundo con mayores tasas de crecimiento de la renta por habitante, salud social y presencia exterior acorde a su potencial.
En el actual período postizo, este país tiene quizá el mayor número de fallecidos oficiales por habitante y el mayor número de sanitarios afectados por la pandemia del llamado virus chino o de Wuhan. Un nivel muy adverso que se ha venido incubando por la evolución de la producción industrial y del paro o del peso del sector público, como refleja el aumento exponencial de la deuda pública sobre PIB. Y la presencia externa, al variar tanto la orientación de los pactos efímeros para gobernar, oscilamos entre la amarga soledad y la peor compañía según sea el momento considerado. O el modelo postizo asimila la unidad y continuidad de propósito de lo castizo, o la senda del deterioro ruinoso de una comunidad viable va a seguir su curso inevitable.
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